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Monográficos > "Tu Concepción y Vida Prenatal"

 

       La casualidad no existe en la concepción. Nuestra concepción está programada por el inconsciente familiar y es así porque cada ser está predestinado a cumplir una determinada misión.

       La concepción, siempre se produce en momentos significativos. Por eso, para averiguar de qué forma tu vida actual se ve afectada por lo que sucedió en los momentos previos a tu concepción y durante la gestación, conviene preguntarse: ¿qué sucedía en el grupo familiar en dicho periodo?. En ocasiones, hay una sincronicidad en la fecha de defunción y concepción, es decir, el anuncio de una enfermedad grave o de una muerte inminente en la familia, coinciden en el tiempo con un embarazo o la llegada al mundo de un nuevo miembro. Y no sólo afecta lo que sucedía en el grupo familiar, sino también los acontecimientos mundiales que ocurrieron en aquella época. Es decir, un hijo/a puede ser símbolo de una situación nacional o internacional no superada psicológicamente, como por ejemplo, la emigración a otro país para huir de la guerra.

       Por tanto, es importante saber:

  • ¿Cómo fui concebido?
  • ¿En qué circunstancias?
  • ¿En qué lugar?
  • ¿En que momento?
  • Situación de los padres
  • Qué les llevo a concebir un hijo/a
  • Situación socio-económica
  • Situación de otros miembros de la familia: abuelos, tíos/as, primos/as, hermanos/as,...
  • Acontecimientos familiares importantes: enlaces, bodas, cambios de trabajo,…
  • Embarazos paralelos, es decir, simultáneos en el tiempo.
  • Trabajo de los padres en el momento de la concepción
  • Y los acontecimientos históricos de aquella época

        Los bebés, por el amor tan inmenso que sienten hacia sus padres y a su sistema familiar, les entregan su vida. Su amor infantil les lleva a hacer promesas inconscientes como no ser más feliz que sus padres, llevar sus fracasos y pagar sus culpas. Esto hace, que desde pequeños llevemos los “asuntos inconclusos” de nuestros padres biológicos y del sistema familiar. Por tanto, es necesario que nos liberemos de esas promesas de fracaso y tomemos la vida en su plenitud, disfrutando de la prosperidad, a pesar del precio que pagaron nuestros antepasados por ella. 

       Sin embargo, no sólo heredamos los “asuntos inconclusos” de nuestro sistema familiar, sino que también heredamos virtudes de los diferentes miembros de nuestra familia. Estos, son herramientas y recursos que se encuentran a nuestra disposición para poder cumplir nuestra misión. 

       Además la relación con el padre y la madre biológicos es muy importante, ya que un hijo sólo puede estar en paz consigo mismo y sentir paz interior, si está en paz con sus padres biológicos. Quien rechaza a sus padres, se rechaza a sí mismo y, en consecuencia, se siente vacío. Sólo quien toma la vida de ellos con gratitud, puede disfrutar de ella con alegría. 

       También, en el monográfico, se analizarán los hechos o acontecimientos que sucedieron durante la gestación que siguen marcando a día de hoy nuestra vida. Cada vez es más conocida la importancia de la vida prenatal en el desarrollo del bebé, tanto física, mental, como emocionalmente. El bebé se forma una primera impresión del mundo exterior a través de las sensaciones que percibe de su madre y a raíz de éstas se crea sus ideas sobre la vida. Se da cuenta de si es un hijo deseado, el apoyo que recibe la madre del padre y de su entorno familiar, que sexo se desea que tenga, si fue concebido con amor o es fruto de un abuso. Es decir, en el alma, se percibe el amor, alegría, miedo o incluso la violencia que se vivió durante el acto sexual.

       Estas primeras impresiones crean en el bebé una seguridad o falta de ella, entorno a lo que le espera fuera. Por tanto, es dentro del vientre de su madre donde vive sus primeras experiencias y decisiones que permanecerán en su inconsciente durante toda su vida. De esta forma, el caracter del hijo, se inicia en el mismo momento de la concepción y se desarrolla durante los meses del embarazo.

       Y, por último, veremos las consecuencias que tuvo nuestro parto en nuestra vida. El parto, puede ser indicio de problemas genealógicos. Por ejemplo, nacer antes de tiempo, complicaciones como embarazo difícil, desprendimiento de placenta, feto expulsado, parto por el vientre (cesárea), etc…Además, las muertes en el parto, del bebé, de la madre o de ambos, suelen indicar acontecimientos no resueltos en el sistema familiar. Conviene conservar la placenta, ya que en ella se encuentra el “árbol de la vida prenatal”.

       La concepción de un hijo conviene que se produzca entre dos personas que se han “realizado” y han evolucionado, antes de construir la base de un nuevo árbol genealógico. Así, el hijo llega como una bendición. Es decir, no sustituye a nadie, ni es prolongación de nadie. Para llegar a este punto, hay que atravesar los “estratos genealógicos” formados a partir de las programaciones familiares, que nos impiden acceder al centro de nuestro ser.

       Aunque, tampoco hay que olvidar que nuestro árbol genealógico nos “da a luz”, no nos crea. Nuestro ser no empieza con el árbol genealógico, ni tampoco acaba con él.

      

Programa:
Tu Concepción
Las "promesas inconscientes"
Tus Virtudes
Tu Vida Prenatal
Seguimiento del Embarazo
El Parto
Conclusiones finales