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Artículos Anteriores > "La Importancia del Apoyo Verdadero"

 

Objetivo

 

       La verdad es que lo que nos ocurre en la vida depende tanto de la persona como de lo que rodea a esa persona y cómo se produce la relación entre ambos. Cada uno tiene en si mismo la solucíon a los problemas, solo tiene que mantenerse en contacto con sus verdaderos sentimientos. Y si además hay apoyo del entorno el camino será más fácil. Es decir, crear un entorno que facilite que cada persona pueda poner en práctica y desarrollar los recursos de los que dispone e incluso generar otros nuevos.

       Desde pequeños hemos aprendido a adaptarnos al medio de la mejor forma que hemos sabido y en estos “ajustes creativos” de nuestra persona para vivir en ese entorno determinado no hay errores, puesto que la persona lo ha hecho de la mejor forma que ha sabido en cada momento. Con el tiempo, ganamos en conocimiento del medio que nos rodea y aprendemos a desarrollar “ajustes creativos” más eficaces para resolver las dificultades.

       Las personas tendemos a repetir nuestros “ajustes creativos” como un hábito y a veces por éste motivo se vuelven “conservadores” o rígidos. Conviene, por tanto, flexibilizar nuestros “patrones” o hábitos de la forma en cómo resolvemos los problemas cuando éstos no son adaptativos o son insatisfactorios. Ello no implica dejar de ser nosotros mismos, ni dejar de poner límites cuando éstos sean necesarios, ya que los límites nos proporcionan confianza y tranquilidad.

       Cada vez que cerramos un tema de nuestra vida, podemos pasar al siguiente. Solo cerrando el pasado, podemos disfrutar del presente en toda su magnitud y crear un futuro satisfactorio. Para ello es importante ser conscientes de qué recursos disponemos de forma innata, cuáles hemos desarrollado durante nuestra vida y cuáles se podrían mejorar. 

       Los sentimientos sólo pasan a ser emociones, es decir, a expresarse en el exterior de forma auténtica cuando sentimos que el entorno en el que vivimos nos da el “suelo” para poder expresarlos con confianza.

       Hay veces en nuestra vida que sabemos con toda certeza lo que queremos hacer con ella. Para ello es muy importante no dejar de estar en contacto con nuestros sentimientos y dejar de interrumpirnos y escucharnos sin “perdernos” en las necesidades de las personas con las que nos relacionamos. La solución es tener relaciones de respeto mutuo y de espacios privados y espacios compartidos.

       Si nosotros dejamos de escuchar cuáles son nuestras verdaderas necesidades (¡quien mejor que nosotros para saber cuáles son!), serán otros los que nos digan o insinúen cómo vivir nuestra vida.

       La clave es encontrar un “punto de encuentro” con el otro mutuamente satisfactorio y un “punto de encuentro” con uno mismo que resulte enriquecedor y pleno. Para ello es importante estar en contacto con nuestras verdaderas sensaciones que nos provocan lo que nos rodea y experimentar nuestros verdaderos sentimientos y hacerlos valer en la vida.

       En la relación con el otro hay un momento cumbre donde se llega a experimentar una “necesidad compartida”, donde el otro sabe lo que quiere de ti y tu sabes lo que quieres del otro y ambos deseso se complementan y por tanto pueden compartirse.

        Una vez que se lo que quiero en la vida, conviene movilizarme para lo que quiero.

       Todos necesitamos momentos de soledad e intimidad con nosotros mismos para entrar en contacto con nuestras reflexiones sobre lo que nos rodea y conectar con nuestros sentimientos. Y lo deseable es que el entorno nos respete ese “espacio de intimidad” para conectar con nosotros mismos.

        Lo importante es crear un balance entre tener en cuenta el entorno y respetarlo pero sin perder de vista nuestras necesidades auténticas. Saber qué quiero hacer con mi vida realmente, es decir, hacer elecciones y rechazos. Orientarnos hacia nuestros deseos aportará mayor felicidad y durante el camino recogeremos información nueva de la que antes no disponíamos que nos permitirá hacer ajustes en nuestro plan de acción, si esto fuera necesario, para en un futuro mejorar los resultados.

        Lo que nos separa de la felicidad es :

  • o estar siempre pendiente de las necesidades de los demás sin tener en cuenta las propias
  • o estar siempre pendiente de nuestras necesidades sin tener en cuenta las necesidades de los demás
  • o no conectar con una “necesidad compartida” en el tiempo, es decir, que la necesidad compartida se de a destiempo

 

       Cuanto más creativos seamos a la hora de orientarnos hacia nuestras metas más creceremos en el camino. Para ello cobra un papel importante la naturalidad y la espontaneidad. Cuando somos espontáneos (no nos interrumpimos) tenemos experiencias y por tanto, también aprendizaje. Y llegaremos a ser personas cada vez más conscientes.

       Se podría decir que tu ya sabes el camino sólo tienes que “oírte las tripas” y ser consciente del modelo de relación que tienes con el mundo que te rodea y contigo mismo para llegar a la finalidad de tener relaciones igualitarias y sentir que “hay suelo” para andar el camino en dirección a la realización con éxito de tu Proyecto de Vida.

       Cuando cubres una necesidad, surgirá otra nueva y así en este continuo tener y cubrir necesidades crecemos y nos enriquecemos. La asimilación de aprendizajes nos hace crecer.

       Tu te apoyas en tus valores, virtudes y “Fortalezas Psicológicas” para alcanzar tus objetivos con éxito pero sin dejar de tener en cuenta la posibilidad de apoyarte también en lo que el entorno te da para facilitar tu éxito. Un buen apoyo del entorno es que te transmitan la verdad en la forma y momentos adecuados. Tener experiencias de “apoyo auténtico y verdadero” te permitirá tener confianza en un futuro en ese entorno para poder apoyarte en él. Si el entorno no da ese apoyo uno tenderá a auto-apoyarse sólo en si mismo, sin depositar la confianza en nadie más. No es lo mismo “dejarse apoyar” que “tener el deseo auténtico de apoyarse en el otro”. 

       ¿Qué necesitas tu del entorno para confiar en él y sentir que hay suelo para dar los pasos necesarios que te conduzcan a realizar tus proyectos con éxito? y ¿qué necesita el entorno de ti para confiar en ti?. Solo cuando hay una “necesidad compartida” y un "verdadero apoyo" habrá un “verdadero contacto" y un verdadero crecimiento mutuo.

       Cuando has crecido sin apoyo del entorno solo te han quedado dos maneras de “sobrevivir” :

  • volverte rígido y apoyarte solo en ti
  • apoyarte únicamente en el otro y olvidarte de ti. Por ejemplo cuando creemos que amar a alguien significa no poner límites.

       Cualquiera de las dos estrategias son ineficaces. Lo ideal es contar con tu auto-apoyo cuando lo necesites y saber que también podrías contar con el apoyo del entorno si éste fuera necesario. Aunque, en ocasiones, no necesitas sentirte apoyado por nadie, sino por uno mismo.

       No existen enfermedades, existen relaciones insanas y por tanto, con una responsabilidad compartida.

        No se trata de llegar al punto de tener la seguridad absoluta de que si ando voy a tener el suelo que necesito (porque no podemos tener la seguridad absoluta  o certeza absoluta al 100 %), sino de confiar en que "lo más probable" es que el suelo no se hunda. Y al mismo tiempo saber que si la rama del árbol se rompe, tendremos alas para poder volar.

       Todo lo que hacemos en la vida para “tirar para adelante” es a base de poner en práctica nuestra creatividad para resolver las dificultades que se plantean en nuestra vida. Todos somos “seres creativos” con mayor o menor flexibilidad en nuestros estilos de resolver dificultades y avanzar en la vida. Y para poder crear es importante tomar conciencia de nuestros propios recursos de una manera experiencial. ¡ La experiencia es un río, no un iceberg!.

        Existe un tiempo compartido, marcado por el reloj y además existe “tu kairós” que es “tu momento”, el momento en que todo tu ser desea hacer algo. Sólo tienes que seguir tu impulso respetando el entorno.